Seremos padres

Todas tenemos una historia de cómo nos enteramos de que estabamos embarazadas y de cómo reaccionó nuestra pareja, esta es la mía y quiero compartirla con todos ustedes... espero les agrade:

Jueves 10 de noviembre del 2016:

Habia quedado en encontrarme con mis amigas de toda la vida. Íbamos a ver el partido de Perú (si, ese que ganó como 3 o 4 goles arriba) y a comer algo en algún lugar. No recordaria la fecha si no hubiese sido el inicio del cambio de todo. Mientras conversábamos, les solté que me sentía un poco rara, que aun no me bajaba mi periodo pero que aun tenía un día de retraso. (Si, soy súper regular). La noche siguió, ganó Perú, me subí a mi bicicleta y me fui a casa a descansar.

Viernes 11 de noviembre del 2016:

Tenía planeado pasar por mi universidad esa mañana y como estaba con toda la moda de movilizarme en bicicleta para evitar el transporte público y el tráfico, me iba a ir con mi bici, desde Miraflores hasta San Miguel, pero mi esposo me persuadió a último momento y algo en mi interior también optó por subirse al bus nomás. Fui, hice lo que tenía que hacer y cuando me dí cuenta ya eran como las 2 de la tarde... y aun no me había bajado mi periodo. En ese momento la pregunta de ¿estaré embarazada? empezó a sonar en mi cabeza con más fuerza.

Fue ahí que recordé que cerca a Plaza San Miguel hay un laboratorio, así que me fui para allá, hice la consulta de cuánto valía una prueba de embarazo y cuándo tenía el resultado y como me dijeron que al día siguiente por la tarde, me desanimé y me fui pensando que para el día siguiente seguro que me llegaba el periodo. Sin embargo, durante todo el camino de retorno mi cabeza daba vueltas y vueltas por mil y un situaciones y no podía sacarme la idea de que cabía una posibilidad de estar embarazada, fue por eso que antes de llegar a donde estaba mi esposo paré en una farmacia y compré un test de orina.

Finalmente nos encontramos, conversamos unos minutos y yo me fui al baño, él por supuesto ni se imaginaba que tenía entre mis manos ese test, creo que no quería que se desilusione por si salía negativo... los que lo conocen saben que hace tiempo tenía ganas de ser padre. Hice la prueba, estaba nerviosa y en eso empezó a aparecer la primera línea... y mientras mi corazón latía a mil por hora empecé a divisar una muy ligera línea al lado de la primera que de a pocos iba tomando un poco más de color, pero que nunca llegó a ser tan oscura como la primera. Creo que solo me quedé mirando ese pequeño objeto sin saber qué hacer, debo haber estado así por lo menos 20 segundos a más.

Tomé en mis manos el test.. bajé las escaleras y solo salió de mi la frase "ay amor" y con la mano medio temblorosa le mostré la prueba a mi esposo. Creo que los dos nos empezamos a mover, nos parabamos, nos sentabamos, deciamos que tal si se equivocó, entonces él decidió salir a la farmacia y comprar un test más. Está de más decir que el segundo test también salió positivo y entre nuestros nervios y la genial noticia... solo podíamos estar muy contentos. Yo solo me veía mi pancita, que obviamente no tenía ningun cambio pero que empezaba a imaginar cómo crecería.

Esa noche, porque entre todo el proceso ya se había hecho de noche yo tomé mi bicicleta, mi esposo los patines y nos fuimos tranquilos a casa con la sensación que ese día empezaba un nuevo capítulo de nuestras vidas juntas y es así como empezó nuestra ruta por el embarazo y la cercana paternidad que nos espera... esa vida "caóticamente hermosa" en la que sabemos que nos divertiremos y aprenderemos un montón... ahora de a 3. :)